Esta película china que narra las peripecias de una niña de 13 años, Wei Minzhi, que durante un mes tiene que sustituir al maestro de una escuela rural. Sin saberlo, las circunstancias le harán trabajar por competencias (cuando calculan cuánto tendrán que trabajar para reunir el dinero que le permita ir a la ciudad a buscar al díscolo Zhang Huike), el aprendizaje servicio (alumnos enseñando a alumnos, en el desarrollo de la actividad laboral en la fábrica de ladrillos) y la educación en valores (la perseverancia, tesón o constancia obtiene su recompensa: secuencia de la protagonista intentando contactar con el director de la televisión local).
El hecho de que no esté interpretada por actores profesionales la hace mucho más creible. En cuanto al escenario llama poderosamente la atención el contraste entre el mundo rural y el bullicio de la gran urbe. La escuela con una ínfima dotación (una pizarra y unos pupitres, con la total ausencia de materiales didácticos, un libro del que copia la niña-maestra y los cuadernos donde lo reproducen los discípulos), frente a la selva urbana don su tráfico indiscriminado y sus miles de anónimos habitantes.
En definitiva una película que habla de la incomunicación entre pueblo y ciudad, de la pobreza, de la dura infancia en lugares sin medios, etc.
Recomendamos esta película pues su sencillez aparente hace que no se olvide fácilmente. Una profesora señalaba que la utilizará para fomentar y reflexionar sobre el valor de la responsabilidad. Otra persona señala que deberían verla los niños y los padres para que se den cuenta de muchas cosas, en tanto que una maestra le lleva a preguntarse ¿Qué estamos dispuestos a hacer por nuestros alumnos?
Ojala le ayude en algo y que podamos aprender sobre los valores que se estan perdiendo en nuestro medio y como maestros debemos que inculcarles a nuestros niños.
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